lunes, 22 de abril de 2013



Una extraña clase y sus consecuencias.

 Éste, que es mi segundo intento por escribir en el blog lo comenzaré de una manera más positiva, así que permítanme contarle las cosas felices en las que estoy pensando, primero, tengo desde hace unos días un nuevo compañero de sueños, se llama Carlos, el peludo y verde; además, está empezando el tiempo del verdadero otoño, las mañanas son mas frías, me acuesto con calcetines (pero igual me los saco a mitad de la noche), el cielo durante el atardecer se torna de colores indescriptiblemente bellos, es agradable tomarse un café con una amiga a media tarde, comenzarán las lluvias y podré caminar pasando por el medio de las pozas, ya que en Santiago llueve mucho menos, esto no es tan entretenido, pero llegando a mi casa si lo será; escucho frágil de Allison, canción que me recuerda a mis amigas del liceo y por último mi mamá me llamo hace unos segundos.

¿Porqué comenzar de esta manera? Fácil, en mi anterior intento comencé de una manera en el que pedía perdón por mis letras… por lo que entenderán que su contenido era poco simpático y bastante deprimente y al leerlo me dio pena, por lo tanto le daré otro sentido a mi análisis de la semana pasada.

Ahora bien, durante la tercera clase de Creatividad debimos realizar con mi grupo una creación “colectiva/individual” con un tema libre… ¿raro verdad? En un  largo papel debíamos dejar fluir nuestra imaginación y apoderarnos de ciertos útiles para concretar nuestras “voladas” ideas… TINTINTITNTIN mal momento para una actividad así para mí, sé que varios compañeros disfrutaron de la actividad y quizás con algo un poco más concreto yo también, no es que lo haya pasado mal, al contrario, reí, tarareé (extraña palabra, pero existe) y compartí con una importante persona (creo que es lo que más rescato y aprecio), sin embargo, y aquí viene lo triste, nunca pude concentrarme en alguna idea para dibujarla, tenían un montón de pensamientos batallando en mi cabeza y corazón, como en Games of Thrones al final de la segunda temporada, que no fui capaz de rellenar mi espacio de alguna manera agradable, y varios se dieron cuenta. Sin embargo, aunque no disfrute mi trabajo, si lo hice al contemplar el de los demás, dibujos extraños, que daban a conocer las locuras y cosas sin sentidos que estamos pensando mientras llenamos nuestra cabecita de asuntos académicos, colores que nos identifican, recuerdos que nos hacen felices, ideas sobre cómo utilizar ciertos objetos, ese ambiente extraño que se da cuando se trabaja para que un grupo llegue a un objetivo, entre otras cosas.

BIEN! Esta vez pude redactar mis ideas y terminar con lo que en verdad importa o por lo menos, con lo que me importa a mí, extraer lo positivo de la clase, ¿qué será? ¿Lo adivina? … yo me acabo de dar cuenta, son dos cosas:

1.   Gracias al ejercicio me di cuenta que debía darme un tiempo para ordenar mi cabecita, tarea resuelta durante los días transcurridos y que me hacen sentirme hoy de nuevo una persona encantada de la vida… cursi el comentario, pero es lo que hay por esta noche

2. Que estos espacios dan la posibilidad de, primero entregarnos herramientas terapéuticas para nuestro futuro profesional, eso está explícito pero además nos dan la oportunidad de cómo grupo de personas, como grupo de amigos, de compañeros, nos demos un ratito para que dentro de dos horas compartamos un par de sonrisas, no risas, no carcajadas, no gritos chistosos y chillones, sino esa mueca linda que se nos hace, que a mí personalmente me encanta ya que hace notar las margaritas y nos hace colorear los pómulos, esa sonrisa que nace cuando compartimos emociones y nos sentimos felices, aunque esto sea apenas una ráfaga de felicidad.

Querido profesor, lamento que haya tenido que leer 200 palabras más de las que corresponde, pero no encontré otra forma de realizar esta entrada, y si tú, si tú que no eres el profe y lees esto, un abrazo y un beso (cuando doy besos hago ese ruido que muchos odian, así que quizás, solo te quieras quedar con el abrazo). 

lunes, 15 de abril de 2013


Triangulo de las virtudes. 

Para muchos de nosotros es un dilema poder definir nuestras virtudes y defectos, principalmente, creo que se debe al poco tiempo que destinamos a pensar en nosotros mismos, a cómo estamos actuando o cómo nos sentimos. Al momento de elegir 3 virtudes que sean los lados de un triangulo que nos define y las cuales son nuestras potencialidades como futuros profesionales, pensé en aquellas que me definen en mis distintos roles o en los distintos ambientes en el que me relaciono con gente cercana y querida; pues con ellos uno se muestra como es y expresa libremente su opinión y afecto.

Como primera característica, destaco ser tolerable, unas virtud que la he desarrollado principalmente en la Universidad; tolerable definido como un sujeto que no cree que su opinión sea mejor que las demás, que está seguro que la combinación de ideas es la manera correcta de trabajar en grupo, que no tiene problemas en escuchar la opinión o fundamentos de los demás y que conlleva a definirme como una persona paciente y calmada la mayoría de las veces.

Una segunda virtud es ser comprometida, esto lamentablemente para los demás, no quiere decir que sea responsable y puntual, cosas que debo trabajar, sino, comprometida con las tareas y acciones en las que me interesa participar, en aquellas que tienen un significado importante para mí. Me defino como una mujer comprometida al estar presente cada vez que pueda, en demostrar preocupación, en enfrentar desafíos por aquellas acciones, a veces, hasta hacer el ridículo o avergonzarme por cumplir o simplemente pasarlo bien en aquellas actividades repito, que tienen un fuerte significado para mí; muchas veces para cumplirlas debo abandonar cosas o no cumplir con ciertos deberes, pero así mismo, muchas veces respeto mis responsabilidades y el compromiso por cosas que no son tan significativas y satisfactorias y debo dejar de lado  aquellas que me gustan. Actualmente soy feliz de participar en una actividad extra a la universidad, extra a mi familia, una actividad que me llena, que me hace feliz y con la cual me siento absolutamente comprometida.
  
Y finalmente llegamos a la tercera virtud (redoble de tambores …), la virtud que siento, más me caracteriza, el ser protectora. Una característica algo ambigua que la defino como ser protectora/compañera con aquellos y aquello que me hacen ser la persona que ahora escribe estas palabras; una persona que valora al otro y por lo tanto trabaja para que se encuentre bien, no sólo con cosas materiales (en que obviamente es bastante restringido mi campo de ayuda), sino en el afecto, en el cariño, en la sonrisa de todos los días o la preocupación por el qué hace o cómo esta. Puede que parte de esta característica este dada por ser la mayor de tres hermanos, por vivir actualmente sola y por la necesidad que tengo de sentir y dar, ya sea cariño, un gesto de admiración, una palabra de amor, lo que sea, todo puede servirle al otro.

Al compartir en el grupo, se eligió la frase "Compromiso es Amor" que tiene mucha relación con las cualidades que ya nombre y con aquellas que definen a mis compañeros. 

La actividad estuvo cargada de emociones, la mayoría de ellas positivas y en este momento, tengo una sensación de tranquilidad, no tuve que inventar frases para completar las 500 palabras y exprese aquello que sentía con claridad y de manera sincera.

Al que lo lea, un abrazo J

martes, 9 de abril de 2013

La vez primera

Sí, podría colocar varias frases de gente que dice cosas lindas y te hacen suspirar, pero por el momento solo diré HOLA. Usted que lee esto, sientase bien, es de los primeros y únicos que lo hace y si es así, es probablemente porque compartimos este ramo, compartimos en la misma sala y no lo haya saludado en la mañana.
Por ahora, solo eso =)