Una extraña clase y sus consecuencias.
Éste, que es mi
segundo intento por escribir en el blog lo comenzaré de una manera más positiva,
así que permítanme contarle las cosas felices en las que estoy pensando, primero, tengo desde hace unos días un nuevo compañero de sueños, se
llama Carlos, el peludo y verde; además, está empezando el tiempo del verdadero
otoño, las mañanas son mas frías, me acuesto con calcetines (pero igual me los
saco a mitad de la noche), el cielo durante el atardecer se torna de colores
indescriptiblemente bellos, es agradable tomarse un café con una amiga a media
tarde, comenzarán las lluvias y podré caminar pasando por el medio de las
pozas, ya que en Santiago llueve mucho menos, esto no es tan entretenido, pero
llegando a mi casa si lo será; escucho frágil de Allison, canción que me
recuerda a mis amigas del liceo y por último mi mamá me llamo hace unos
segundos.
¿Porqué comenzar de esta manera? Fácil, en mi anterior
intento comencé de una manera en el que pedía perdón por mis letras… por lo que
entenderán que su contenido era poco simpático y bastante deprimente y al
leerlo me dio pena, por lo tanto le daré otro sentido a mi análisis de la
semana pasada.
Ahora bien, durante la tercera clase de Creatividad debimos
realizar con mi grupo una creación “colectiva/individual” con un tema libre… ¿raro
verdad? En un largo papel debíamos dejar
fluir nuestra imaginación y apoderarnos de ciertos útiles para concretar
nuestras “voladas” ideas… TINTINTITNTIN mal momento para una actividad así para
mí, sé que varios compañeros disfrutaron de la actividad y quizás con algo un
poco más concreto yo también, no es que lo haya pasado mal, al contrario, reí, tarareé
(extraña palabra, pero existe) y compartí con una importante persona (creo que
es lo que más rescato y aprecio), sin embargo, y aquí viene lo triste, nunca
pude concentrarme en alguna idea para dibujarla, tenían un montón de pensamientos
batallando en mi cabeza y corazón, como en Games of Thrones al final de la
segunda temporada, que no fui capaz de rellenar mi espacio de alguna manera
agradable, y varios se dieron cuenta. Sin embargo, aunque no disfrute mi trabajo,
si lo hice al contemplar el de los demás, dibujos extraños, que daban a conocer
las locuras y cosas sin sentidos que estamos pensando mientras llenamos nuestra
cabecita de asuntos académicos, colores que nos identifican, recuerdos que nos
hacen felices, ideas sobre cómo utilizar ciertos objetos, ese ambiente extraño
que se da cuando se trabaja para que un grupo llegue a un objetivo, entre otras
cosas.
BIEN! Esta vez pude redactar mis ideas y terminar con lo que
en verdad importa o por lo menos, con lo que me importa a mí, extraer lo
positivo de la clase, ¿qué será? ¿Lo adivina? … yo me acabo de dar cuenta, son
dos cosas:
1. Gracias al ejercicio me di cuenta que debía
darme un tiempo para ordenar mi cabecita, tarea resuelta durante los días
transcurridos y que me hacen sentirme hoy de nuevo una persona encantada de la
vida… cursi el comentario, pero es lo que hay por esta noche
2. Que estos
espacios dan la posibilidad de, primero entregarnos herramientas terapéuticas
para nuestro futuro profesional, eso está explícito pero además nos dan la
oportunidad de cómo grupo de personas, como grupo de amigos, de compañeros, nos
demos un ratito para que dentro de dos horas compartamos un par de sonrisas, no
risas, no carcajadas, no gritos chistosos y chillones, sino esa mueca linda que
se nos hace, que a mí personalmente me encanta ya que hace notar las margaritas
y nos hace colorear los pómulos, esa sonrisa que nace cuando compartimos
emociones y nos sentimos felices, aunque esto sea apenas una ráfaga de
felicidad.
Querido profesor, lamento que haya tenido que
leer 200 palabras más de las que corresponde, pero no encontré otra forma de
realizar esta entrada, y si tú, si tú que no eres el profe y lees esto, un
abrazo y un beso (cuando doy besos hago ese ruido que muchos odian, así que
quizás, solo te quieras quedar con el abrazo).
Bien Angelina, que no te coarte la extensión de tus textos.
ResponderEliminarSaludos.
Bien Angelina, que no te coarte la extensión de tus textos.
ResponderEliminarSaludos